Pero no sólo eso. Al más puro estilo Goebbels se afirma que "el objetivo es conquistar la mente de los electores". Para "poder influenciar en los electores" aconseja "conocerlos bien, saber cómo piensan y de qué manera toman sus decisiones". Y continuando en la línea de manipulación se afirma que "en los mítines hay que cuidar el éxito escénico y saber distribuir al público para magnificar el número". "El mensaje debe ser trasladado sea cual sea la pregunta". "El off de record no existe".

También se dan instrucciones expresas a los candidatos sobre cómo actuar y responder en los distintos mítines o actos de partido: "hay que tener cuidado con los síndromes: actuar como una estrella, actitudes enfermizas, ansiedades (...)"; "el candidato debe conocer el papel, creerlo y representarlo".

También se aconseja que a una pregunta "hay que dedicarle un 20% de respuesta y un 80% de mensaje". Además, se dice que "la gente se olvida muy pronto, por lo que conviene repetir y repetir". Por último, se destaca los objetivos principales de la PSOE: "movilizar nuestro voto fiel, movilizar y convencer al voto indeciso y pendular".